lunes, 16 de diciembre de 2013

Dole Team Race 2014

Diez. Suena el despertador a las 7:00 am, si bien estaba esperando la carrera, levantarse siempre es difícil, pero he aprendido que mientras antes llego a la largada más relajado y cómodo me siento.
Nueve. Una buena lavada de cara, un par de duraznos, una banana y, como desde anoche, mucha agua preparando los 32° de térmica que anuncian a esa hora sobre el asfalto de Palermo.
Ocho… en punto estaba al lado del arco de largada, con una hora justa antes de largar ya el calor se hacía dueño de la mañana.
Siete. Me encuentro con amigos de Lobos y luego con los compañeros de mi equipo. Formado por ocho corredores solo los seis primeros en cruzar la meta sumaríamos puntos.
Seis. Suavemente inicio los ejercicios de movilidad, luego unos trotes relajados. Ya en las rectas progresivas las sensaciones son buenas a pesar del calor.
Cinco. Nos aproximamos a la manga de largada, ese momento en que ya todo lo físico se preparó y solo falta dejar lista la cabeza para competir.
Cuatro. Busco mi posición adelante y en el medio para poder estar cerca de quien busque la punta. Dado el clima la idea era salir conservador y observar quien quiere tomar la iniciativa.
Tres. Último saludo a los compañeros de equipo y conocidos y me vuelco en mí mismo.
Dos. Busco relajación, contener el aire y que eso no permita que caigan tanto las pulsaciones.
Uno. Ahora solo miro el final de la recta y trasmito a mi cuerpo la confianza que retroalimente mi interior.
Cero. Una explosión de piernas y todo comienza…

Sergio Palma sale disparado por la ancha Av. Figueroa Alcorta desde el inicio y una fila en la que me acomodo cuarto lo sigue a cierta distancia. Antes del primer kilómetro, cuando los aplausos y los gritos ya quedaron atrás y los ánimos se calman, veo que mi compañero de equipo, Fernando Rocer, viene ganando posiciones y lo espero para ir con él. Durante la vuelta al Rosedal Fer hace el trabajo y antes del segundo kilómetro le damos alcance, bordeamos el óvalo formando un pelotón de tres en el cual ellos deciden correr a la par y a mí me parece lo más sensato quedarme al resguardo de ambos. El asfalto de los lagos de Palermo de desliza caliente bajo nuestras suelas y me voy sintiendo cada vez más cómodo, empiezo a planear el desenlace y calculo que si Fernando puede hacer un cambio de ritmo estoy en condiciones de llevarlo para que se desprenda de Palma. Pero al retomar por la Figueroa Alcorta, con las instalaciones de Aguas Argentinas a nuestra izquierda y menos de tres kilómetros hasta el arco, Fer empieza a sentir el ritmo y el calor lo cual no pasa desapercibido para Palma. Intento ponerme en el medio para que no se desconecte pero al final es relegado y llegamos al último kilómetro solos con Sergio. Me tengo fe para un sprint final así que demoro el ataque; se empieza a arma un clima en el cual ambos sabemos que algo va a pasar, la única duda es cuando. La anteúltima curva es hacía la izquierda, lo dejo a mi derecha para tomar el menor radio y me lanzo decidido buscando soltar totalmente el paso. 
Él se da cuenta inmediatamente de en qué condiciones estaba cada uno y con enorme caballerosidad me felicita por la carrera y me alienta a buscar el triunfo. Busco confiado la última curva sabiendo que la visión del arco me empujará a cruzar la línea. Disfruto a pleno esos escasos segundos y mis manos se aferran felices a la cinta de llegada. 
Me quedó a saludar a mis dos compañeros de batalla y luego me aboco de lleno a recuperarme del desgaste con agua, hielo y mucha fruta. La organización durante toda la carrera fue excelente al igual que en la primera edición, no faltó absolutamente nada, todo el líquido y alimento que necesitase, un sector en el que te asistían con la elongación y luego te controlaban la presión, mucha sombra y lugares de relax, sumado a un trote tranquilo hicieron que a la noche pudiera disfrutar plenamente de la fiesta de premiación.
Todo el "Dole Pro Team"
Aunque pareciera difícil se superó lo ofrecido a la noche en la primera edición, en el hermoso salón del Club Gimnasia y Esgrima no faltó nada, un catering excelente, una ambientación glamorosa, muy buena locución y la mejor música eran los condimentos necesarios para que la buena onda de todos los runners creasen una noche mágica. Realmente fue muy gratificante ver la enorme alegría que mostraban los corredores al recibir sus premios, ya que muchos habían logrado en equipo un trofeo que muy difícilmente lograrían solos, materializaban así el espíritu de grupo que tan intensamente se vive en el running que pero que se olvida a la hora de la premiación. Yo no quedé exento de ello, realmente disfruté mas retener el título como el equipo más rápido que mi resultado individual, sabía que todos habíamos puesto lo mejor y nos exaltaba a buscar ser aún más competitivos en la edición 2014.
Un párrafo aparte merece la organización de la carrera. En unos tiempos en los que mucha veces se cuida poco al atleta prevaleciendo el negocio, la Dole Race Team apuesta totalmente al corredor. Marco un detalle que no es menor pero que sirve como muestra de todo lo que se vivió durante todo el domingo; la remera que entregan con el kit es la de mejor calidad que he visto en cualquier carrera de calle a lo largo del país, me consta que el costo (al ser de elastano y no de poliéster) es casi el triple que el del común de las remeras que se entregan en las otras carreras y vale recalcar que esto no se ve en las fotos, no se cobra extra, ni siquiera se anuncia en la promoción del evento, solo lo siente el atleta al ponerla sobre su piel. De esa misma forma se pensaron todos los detalles, con una generosidad en la que nada faltó y todo fue puesto al servicio de vivir una verdadera fiesta del running. Desde las primeras horas de la mañana hasta tarde en la noche en plena fiesta. No es ninguna casualidad que sea la única carrera de calle que corrí este año en Capital Federal.


jueves, 5 de diciembre de 2013

Y otro ciclo comienza

Es lindo escribir el final de una historia, pero también es un gran desafío abrir un libro en blanco sin saber del todo que podemos dejar en esas páginas. En el inicio de este nuevo semestre de entrenamiento, a pesar de las incertidumbres, algunos aspectos aparecen más claros que otras veces; los objetivos, los puntos a mejorar y las competencias.
El objetivo principal es bien claro, sentí que podía hacerlo el semestre pasado, que ya estaba lo suficientemente maduro como para ir a buscarlo. No se dio pero quedó marcado dentro mío a donde quiero llegar ahora. Voy a buscar bajar los 32 minutos en los 10.000m, no son muchas las oportunidades que tengo en un semestre, comúnmente dos, a lo sumo tres, pero eso le da un valor agregado a cada una. El objetivo en los entrenamientos es mejorar mi capacidad de sentir los ritmos, de depender menos del reloj. No solo creo que puede ayudarme a competir mejor sino que hará más entretenidos y productivos los entrenamientos al estar más pendiente de todo mi cuerpo y no solo de la muñeca. Otro aspecto importante en el cual quiero mejorar y en el que sé que tengo una gran falencia es en la elongación. El acortamiento en mis músculos limita mucho mi técnica de carrera, hace tiempo que vengo trabajando en mejorarla, no solo en post de una reducción en las marcas sino también, y más importante a largo plazo, en búsqueda de prevenir lesiones.
El calendario parece formarse así:
Corriendo para el
Dole Team
En Diciembre el 15 inicio con la 8k Dole Team Race, una muy linda carrera de calle por los bosques de Palermo, en la que tuve la suerte de participar en su primera edición el año pasado formando parte del equipo más rápido, el Dole Team, conociendo a muy buena gente, sin duda disfrutaré volver a competir con ellos.
Ganando con mi inseparable
compañero de entrenamiento
En Enero me quedo en mi ciudad para largar en Empalme Lobos el domingo 12 los 30k Uniendo Pueblos, una tradicional carrera que cumple 21 años y en la cual participamos con mi compañero de entrenamientos este año ganando la posta 2x15km. Esperamos retener el título el año que viene. A la siguiente semana, el 19 inicio la trilogía con la que Tierra de Indios nos espera en el 2014, una carrera de aventura en kayak, bicicleta y a pie sobre la laguna de Lobos que este año tuve la suerte de ganar en equipo. El circuito a pie es bordeando un arroyo que hay que cruzar en dos oportunidades, muy divertido y relajado para disfrutar desde la largada hasta la llegada.
En Tierra de Indios
hay equipo
En Febrero no solo cumplo 31 años sino también espero correr la segunda etapa de Tierra de Indios. Aún no sé la fecha pero sin duda no me la voy a perder. Incluso hay posibilidades de que corra más de local aún si se realiza en el Camping Bahía de los Lobos donde tengo mucha gente amiga.
8k Rotary Club Gral. Rodríguez
En Marzo estaría la tercera fecha de Tierra de Indios y los 8k del Rotary de General Rodríguez, una hermosa carrera de calle realizada a todo pulmón por un par de amigos la cual si bien va en búsqueda de su quinta edición recién pude correr este año quedando 8vo en la general. Quizás a finales de mes ya pueda buscar algún 3.000 o 5.000 en pista como para ir afinando los motores.
Abril será un mes muy importante, el 20 está anunciado el Campeonato Nacional de 10.000m en pista, espero poder ir y llegar en un gran momento. La sede a priori sería Mar del Plata, pista en la que corrí hace mas de 15 años en los 1.000m de los Torneos Bonarenses volviéndome a casa más que feliz con la medalla de plata. Sería una muy buena ocasión para reencontrarse con ese óvalo.
Metropolitano de 10.000m
En Mayo si se repite la fecha de este año sería el Campeonato Metropolitano de 10.000m en pista, el cual fue una alegría enorme haber ganado este año. Sin duda será junto al Nacional, las dos grandes carreras del semestre.

El camino se muestra lleno de oportunidades y desafíos, sin duda el mayor de ellos es disfrutar el recorrido a cada paso. Un nuevo ciclo me está esperando, solo tengo que salir a vivirlo.

martes, 19 de noviembre de 2013

Cuando menos es más

Hay una frase que me gusta mucho “el secreto está en el equilibrio”.

Y no la escuche de un amigo que trabaja en la cuerda floja de un circo, sino que realmente creo que muchísimas veces lo mejor y lo más difícil es encontrar el punto justo de cada actividad, de cada actitud, de cada momento, incluso de la sal en la comida. Porque ya que estamos con las frases, es feo comer sin sal, pero peor en comer sal sola. De la misma manera es malo no buscar nunca el límite en el entrenamiento, pero peor es buscarlo en todas las sesiones.
En el mundo del running el equilibrio es indispensable para mejorar, y no me refiero la capacidad de balancearnos alternadamente sobre cada una de nuestras piernas, sino al administrar armoniosamente los ingredientes que terminan conformándonos como atletas.
Sin duda es este un deporte que cautiva a quienes nos gusta buscar nuestros límites, sorprendernos de cuanto somos capaces, ir por más; más rápido, más fuerte, más lejos, más repeticiones, más kilómetros, más, más, más… En muchos casos ese espíritu nos mejora día a día, nos acerca a nuestras metas y nos lleva a lugares que quizás nunca habíamos imaginado. Pero en otras ocasiones puede volverse en nuestra contra. Entrenar nos lleva construir paso a paso una mejor persona, por ese camino aparecen obstáculos y al sortearlos vamos perfeccionándonos; muchas veces el dolor es uno de ellos, luchamos por superarlo e infinidad de veces los vencemos  pero perder de vista el foco y pensar que siempre entrenar más es mejor y que superar cualquier dolor es bueno puedo llevarnos a perder el rumbo.
El diseño del cuerpo humano es fascinante, millones de sensores lo monitorean constantemente. El saber escucharlos y entender su idioma es una herramienta enorme para mejorar nuestro rendimiento. Entender que hay muchos dolores diferentes; algunos significan que estamos mejorando, otros que son el límite que nunca habíamos cruzado y que buscando un poco más encontraremos algo nuevo, pero otros nos alertan sobre una estructura que está sobrecargada o un esfuerzo que nos está dañando. Estar atento a ellos y actuar inteligentemente de acuerdo a sus señales muchas veces es la diferencia entre un crecimiento continuo año a año o empezar de cero luego de cada lesión.
En su libro "Entrenamiento de la resistencia", Cesar Roces deja esta idea; el que más progresa no es el que más entrena sino el que más entrenamientos asimila. Voy a poner un ejemplo que me tocó vivir y me llamó mucho la atención. Este año nos fuimos con un grupo de corredores a entrenar un fin de semana a Tandil, éramos unas treces personas. Para ubicarnos en el nivel atlético de cada uno, yo ya estaba corriendo debajo de 33 minutos los 10k y el segundo más rápido del grupo estaba a unos 10 minutos de mi marca, de allí para arriba el resto del grupo. Lo que me sorprendió fue que todos entrenaron mucho más fuerte que yo; más kilómetros, más intensidad. No fue porque entrenase muy poco, cumplí un plan similar al de todos los fines de semana, simplemente todos salieron a buscar mucho más. Hablando con algunos un par de días después seguían muy doloridos, recuperándose recién a finales de la semana. Esa misma semana yo pude entrenar con normalidad y hacer varios estímulos intensos. Sin duda en el grupo había la mejor voluntad y entusiasmo de mejorar y superarse, todos habían viajado cientos de kilómetros con ese fin, pero a veces ese entusiasmo nos puede jugar en contra. A veces con más se logra menos.
Una buena forma de canalizar esa energía por dar más puede ser dirigirla a otros aspectos del entrenamiento, no todo queda en lo que se haga en la pista o sobre nuestras zapatillas, también descansar mejor, alimentarnos más sanamente, elongar regularmente o fortalecer mejor nuestra mentalidad competitiva puede darnos muchos más resultados que un fondo sufrido o resistir una lesión. Buscar equilibrar nuestras ganas puede alinearnos mejor con nuestros sueños.

                                                                                                                                                                               

jueves, 7 de noviembre de 2013

Maratón de Nueva York 2013

O como la mente cambia el final del cuento

El auge mundial del running encuentra en las grandes maratones su máxima expresión. Decenas de miles de corredores se lanzan por las grandes ciudades del planeta a recorrer la distancia de Filípides. Seis grandes carreras destacan sobre el resto por su convocatoria, premios en efectivo y por formar parte del World Marathon Major, un circuito bianual que incluye a las maratones de Boston, Londres y Tokio (esta última por primera vez y las tres en la primavera del hemisferio norte) y Berlín, Chicago y Nueva York (estas en el otoño europeo). Los puntos sumados por los atletas de elite a lo largo de dos años en estos seis eventos forman un ranking que premia con medio millón de dólares al líder.
Últimamente los caballeros viene llevándose toda la atención por el constante ataque que se hace, en los circuitos rápidos (Londres, Berlín, Chicago), al record del mundo. Este año Wilson Kipsang se sacó las ganas con las que se había quedado en Frankfurt 2011 (quedó a solo 4 segundos del record) y destronó las 2:03:38 de Patrick Makau (Berlín 2011) al recorrer el mismo circuito en 2:03:23.  Solo dos semanas después en la ventosa ciudad de Chicago, Dennis Kimetto estuvo a apenas 22 segundos del flamante record de Kipsang. Casi parece fácil ser el hombre que más rápido haya corrido los 42,195 km cada vez que se larga una gran carrera.
Con las damas no viene ocurriendo lo mismo, el gran record de Paula Radcliffe en Londres 2003, con solo 2:15:25 para terminar la carrera hoy por hoy parece imbatible. Actualmente en la mayoría de los eventos las mujeres están partiendo antes que los hombres y esto las deja solas, sin la posibilidad de liebres masculinas, para buscar una gran marca. Paula también lidera el ranking de lo que se conoce como maratones de solo-mujeres (donde las féminas parten antes) con sus 2:17:18 de Chicago 2002, una marca igualmente muy difícil de superar. Por lo que la falta de posibilidades concretas de un nuevo record le ha quitado un poco de audiencia a la lucha femenina.

Jeptoo a punto de sobrepasar a Deba


Pero este año en la gran manzana la keniata Priscah Jeptoo vino a captar la mirada de todos, principalmente a medida que transcurría la segunda mitad de la carrera. El inicio mostró a una Buzunesh Deba dispuesta a imponerse desde los primeros kilómetros. Al llegar a los 21km Deba lideraba la prueba y Jeptoo pisaba sus pasos algo más de tres minutos más tarde, casi un kilómetro parece mucho cuando solo restan 21.
Priscah cubierta en felicidad
 Pero Priscah no opinaba lo mismo y decidió apretar el acelerador, llevó el ritmo de sus segundos 21k a casi 20 segundos menos por kilómetro con respecto a los primeros, para dar alcance a Deba a poco más de 3 kilometros de la llegada, superándola sin darle ninguna chanche a luchar y cruzando la meta en 2:25:07, por donde 49 segundos más tarde pasaría Deba. Esas cosas que solo pasan en las películas se vio en las calles de Nueva York este domingo, una atleta que ya parecía resignada a felicitar a la ganadora corre la segunda mitad en 1:09:07 (una marca que le permitiría ganar numerosas carreras de 21k en todo el mundo), para quedarse con la gloria bajo las copas del Central Park y nos regala una muestra más de hasta donde una mentalidad ganadora puede llevar a nuestras piernas. 

lunes, 4 de noviembre de 2013

Otro ciclo termina

Repaso de mi semestre de entrenamiento

Mayo llegaba a su fin, el frío ya reinaba por las tardes y lentamente empezábamos a preparar la segunda mitad del año, con el objetivo de correr los 10.000 m en 32’ bien cortos, comenzaban los largos fondos, las cuestas y los trabajos técnicos.
Llegó Junio y así como ascendían los kilómetros semanales, descendía la temperatura, por suerte a finales del mes hui tres semanas a Río de Janeiro a seguir la preparación junto con mi entrenador, ya el frío no era un problema y cerramos el mes con casi 450km.
5to en los 6k en Río de Janeiro
Julio me encontró corriendo por playas hermosas y morros frondosos. Despertamos el mes compitiendo en los 6k complementarios de la "Maratona do Rio de Janeiro". Sin dudas fue una gran alegría conseguir un podio en mi primer carrera en el exterior. Al fin de semana siguiente y ya de vuelta en la Argentina quedé cuarto en el "Campeonato Metropolitano de Cross", fueron 12km que vinieron muy bien para el trabajo de preparación de fondo.
Campeonato Nacional de Cross
En Agosto el resultado en el Metropolitano me permitió integrar el equipo de la Federación de Atletismo Metropolitana para ir a competir al Campeonato Nacional de Cross, otra vez 12km, en esta oportunidad en el Colegio Militar de la Nación. Feliz de participar en mi primer competencia a nivel nacional, pude terminar 10mo y volverme con una sonrisa a casa. Despediría el mes con la primer competencia de pista, 5.000m en post de buscar velocidad, ahora si el tiempo importaba y con 15’33” se me escapó el 2do puesto por medio segundo.
3ro con lo justo en el 5.000
10.000m en Septiembre
Todo Septiembre pasó en prepararme para lo que más disfruto, los 10.000m. A fin de mes la Copa Nacional de Clubes me esperaba. En una carrera que pequé de conservador hice 32’34” para bajar mi marca cuatro segundos pero con la sensación de tenía más para dar.
Octubre sería el mes de la revancha, llegaba al segundo 10.000 de la temporada con todo para dar, muy bien preparado y con una gran motivación. Pero nuevamente no salió la carrera que esperaba, si bien esta corrí con actitud desde el principio, pasando el 5.000 como para terminar en 32’10", de allí para adelante el ritmo cada vez fue más lento sin que pueda hacer nada para revertirlo. Fue mi sexto 10.000 en pista y la primera vez que no mejoraba mi marca. Crucé la línea en 32’50, me consolaba que esta vez había buscado la marca desde la primer vuelta.

2do en el 10.000 de Octubre
Fue un semestre que disfruté cada semana (22 en total), cada sesión (fueron 204) y cada kilómetro (poco más de 2.250), me sentí muy bien entrenando y considero que crecí como atleta. Quedará para el próximo semestre el objetivo de correr en 32’ cortos, incluso buscar bajar los 32’. Sé que no es fácil, pero hasta ahora ha funcionado buscar metas “no fáciles”.


Sonreír corriendo
Ya vendrá el calor, sentir el sol en la piel, carreras de pretemporada con amigos, mucho por vivir y disfrutar. 
Todo está allá afuera, solo tengo que salir a su encuentro.

martes, 22 de octubre de 2013

Buscando la meta

Mirar al frente siempre te va a llevar más lejos




Levantando la mirada podemos encontrar mucho más que lo que tenemos delante. Ese simple gesto trae muchos beneficios al correr.
Es común ver en fotos o en lugares de entrenamientos a muchos runners con la mirada en el piso, generalmente con la cabeza gacha. Si bien es un gesto reflejo para evitar obstáculos al correr, principalmente en momentos o lugares de poca luminosidad, y naturalmente nos previene de tropezones o caídas, esta precaución instintiva muchas veces se ve trasladada a circuitos iluminados y perfectamente planos como pistas de atletismos, calles o senderos pavimentados.
El simple gesto de levantar la mirada tiene muchas ventajas que suelen pasar desapercibidas. Repasemos algunas de ellas:
Desde la biomecánica de la carrera nos predispone a una mejor inclinación del tronco, evitando muchas veces una excesiva inclinación hacia adelante, con lo cual podemos colaborar con un contacto inicial demasiado adelantado como así también puede llevar a una posición avanzada de los hombros que cierre la brazada.
Desde lo motivacional elevar la mirar y contemplar nuestro entorno puede traernos satisfacciones, casi no conozco lugar para correr donde el piso sea más lindo que el horizonte, ni que hablar de los lugares maravillosos donde no levantar la mirada es casi un pecado. Ya con que haya un poco de verde o algo distinto para ver, mentalmente nos será mucho más “liviano” ir descubriendo el paisaje que mirar cómo pasa el suelo bajo nuestros pies.
Desde lo social, si corremos en un lugar frecuentado por otros runners sin duda es mucho mejor ver y saludar a nuestros compañeros de deporte, compartir aunque sea con una mirada esto que nos gusta tanto, transmitir que ambos disfrutamos de lo mismo. El running es una actividad con un gran componente social, parte de eso se anula con solo mirar hacia abajo.
Desde lo competitivo una mirada clavada en la nuca del rival más cercano es de suma importancia, mentalmente nos acerca mucho más en nuestras posibilidades de alcanzarlo, incluso si estamos siendo alcanzados o sobrepasados, para nuestro perseguidor es más alentador un atleta con la mirada perdida en el piso demostrando, al menos corporalmente, menos señales de fatiga, que uno que busca desafiante el horizonte. Mucho hay escrito sobre las transmisión que se puede hacer a través de mantener actitudes corporales hasta que te conviertan en actitudes mentales, y será motivo de un futuro post, pero puntualmente con el hecho de la mirada, estoy convencido que una mirada optimista y desafiante que busca el horizonte, incluso antes de largar la carrera, colabora fuertemente con lograr ese optimismo y actitud a nivel mental, mejorando sustancialmente nuestro rendimiento.
Con solo extender levemente nuestro cuello al correr se nos puede revelar un nuevo mundo, los invito a descubrirlo.

sábado, 19 de octubre de 2013

¿Cómo correr más rápido?

Sacate peso de encima, dejá el reloj en tu casa


A veces es bueno dejar que el tiempo corra libre
La autosuperación es sin duda una de las partes más atrapantes de nuestro deporte, podemos medir concretamente como corremos mas distancia o más rápido. No importa que tan rápido corra el otro, eso no lo podemos manejar, pero siempre está a nuestro alcance superarnos; en un entrenamiento, en una carrera. Para ello medimos. Comúnmente medimos los metros que recorremos, el tiempo que nos demanda; aunque también se pueden medir las pulsaciones (y ver como nuestro corazón se va volviendo más eficiente al lograr un mejor ritmo con menos latidos), la cadencia de paso, el desnivel del terreno. Es gratificante ver cómo logramos ser mejores que nuestro pasado.
Como en tantas cosas el éxito está en el equilibro, es un gran motor motivacional querer mejorar pero por otro lado puede ser contraproducente cuantificar constantemente esa mejora; sesiones de mas kilómetros, entrenamientos de intervalos (pasadas) más rápidas, mayor volumen semanal, todo medido y comparado a veces puede sacarnos del foco principal; ser felices. Disfrutar lo que hacemos, sentir el placer de correr, encontrarnos con nuestro cuerpo, despejar nuestra mente.
Un buen ejercicio que se puede hacer cada tanto es: correr 40 minutos. No parece tan complicado, pero el secreto está en no usar reloj ni recorridos conocidos donde podamos saber en base a la distancia cuanto tiempo llevamos corriendo. Simplemente salir a correr y sentir que pasaron 40 minutos, escuchar al cuerpo cuando nos diga que ya trotamos lo suficiente. Sin duda el tiempo es arbitrario, para algunos 40 será mucho, para otros pocos, lo ideal sería el tiempo que comúnmente hacemos en un regenerativo o un fondo corto de baja intensidad. Puede ser solo o acompañado, con o sin música, pero buscando sentir cuando es suficiente y detenernos cuando el cuerpo lo pida. Podríamos después evaluar si anduvimos lejos o cerca del tiempo que pensábamos correr, por ejemplo mirando la hora al salir y al volver, nos pueden llegar a sorprender las diferencias entre el tiempo real y nuestra percepción del mismo. Pero más allá de verificarlo al terminar o no, a lo que se apunta es a eso, a la percepción que tenemos del esfuerzo y principalmente del tiempo.
Reloj blando en el momento de su primera explosión - Salvador Dalí
Paradójicamente a pesar de no utilizar ningún elemento de medición podemos evaluar varias parámetros; que tan cansados estamos, cuanto estamos disfrutando correr, que tan largo o corto se nos hace un entrenamiento, que tan seguro me siento con el ritmo y el tiempo.

No se arriesga mucho y se puede ganar bastante, como tantas veces, solo es cuestión de probar y, si querés, después contanos como te fue. A dejar por un rato el reloj y sentir como corremos!

miércoles, 16 de octubre de 2013

Invertí los polos

Pasá de negativo-positivo a positivo-negativo y mejorá como atléta!

Muchas veces luego de finalizar una carrera cambia el enfoque que tenía el corredor, es común que los días previos, y más aún las horas previas, aparezca una visión negativa con frases como “justo me vengo a resfriar dos días antes”, “el trabajo no me dejó entrenar como debía”, “justo viene a tocar un clima malo hoy”, “no estoy al cien por ciento”, “con dar la vuelta me conformo”, y tantas frases similares. 
Visiones de situaciones objetivas que mas a allá de que a veces no sean las ideales para nuestra carrera, la forma en que las enfoquemos puede diferenciar en gran parte el cómo nos afecten. Por ejemplo: un resfrió de dos días la semana previa a la competencia puede ser visto como “justo me vengo a resfriar los días previos” o bien “menos mal que no me resfrié en la parte dura de la preparación, ahora que falta poco, descansar dos días mas no me afecta”, el tiempo de descanso por la enfermedad es objetivo, la forma en cómo lo valoramos es subjetiva. Otro ejemplo: no se llega entrenado de la forma ideal, “no estoy al cien por ciento” (cuando en general nunca se puede llegar perfecto) o bien “llegué lo mejor posible dentro de los tiempos que pude” (entendiendo que todo lo que estuvo a nuestro alcance se hizo). 
Suele pasar que esta visión negativa inconscientemente funciona como excusa antes un posible rendimiento por debajo de lo esperado: “para como estoy con llegar está bien”, “mucho no puedo pedir para como entrené”, “venía bárbaro pero con este dolor no puedo esperar mucho”. Al plantearnos expectativas bajas cualquier resultado se puede tomar como un “éxito”. Es casi inevitable trasladar esa actitud a la carrera, principalmente en los momentos más duros de la misma; “no puedo pretender gran carrera con esta molestia”, “para que me voy a matar si ya la marca no sale”, “ya está, que se vaya nomás, no estoy al 100%”, “tendrías que haber descansado bien en la previa”, convirtiéndonos en los peores hinchas, criticando y desmoralizándonos cuando aún la carrera no terminó y por lo tanto no está todo dicho.
Lo curioso es que luego de cruzar la línea (o a veces incluso de abandonar la carrera) con el pasar del tiempo esas situaciones que antes eran problemas empiezan a funcionar como justificativos para mejorar el rendimiento. Por ejemplo “tan mal no me fue para como me prepare”, “es un buen resultado teniendo en cuenta que corrí resfriado”, “con esta panza hice una gran carrera”. Todo se borra y nos perdemos aprender de los errores y mejorar para la próxima. La terminación de la carrera marca el quiebre, todo lo que se veía “mal” pasa a justificarse luego y parece mucho mejor, nos movemos de negativos a positivos, cambiamos los polos.
Considero más constructiva una visión positiva, principalmente cuando falta poco para el evento y ya no puede hacerse mucho más, lo errores del pasado no pueden cambiarse y las condiciones del presente (clima, terreno, salud, etc.) tampoco, por lo que la mejor manera de llegar en “forma” mentalmente es enfocados en nuestras mejores armas y visualizando positivamente la carrera. Esto más aún debería potenciarse durante la misma; cualquier situación tiene siempre una visión positiva posible, es esa la que nos permitirá resolver de la manera más “fácil” los mayores obstáculos. Como ya lo he planteado en otro post, considero que el running es un deporte de un gran componente mental, la regla es que el cuerpo siempre puede un poco más, quien primero se cansa en la mente (como toda regla tiene sus excepciones). Ser positivos hasta el último paso antes de cruzar la meta sin duda nos hará más liviano el andar. Después de disfrutar la previa, la prueba y el resultado si es un buen momento para ponernos un poco “negativos” y buscar que mejorar para la próxima. Muchos corremos detrás de la carrera perfecta pero esta (más que nada cuando el parámetro para medir el éxito es un tiempo) no existe, siempre es mejorable, obviamente siempre se puede correr un poco más rápido. Con esto no sugiero caer en un inconformismo crónico, si no disfrutamos lo que hacemos tiene muy poco sentido seguir repitiéndolo, pero también aprender y superarnos en cada prueba es una fuente de felicidad, siendo críticos con nuestro resultado podemos encontrar el camino para vivir más plenamente la próxima oportunidad. Cambiar a positivo-negativo puede hacernos disfrutar más, tanto del antes, como del durante y el después de cada carrera, como así también mejorar para la próxima. No se pierde nada con intentarlo y se puede ganar mucho lográndolo, probemos invertir los polos y ser mejores atletas!

miércoles, 9 de octubre de 2013

Corriendo bajo la lluvia

Pocas veces me siento tan vivo como corriendo suelto mientras una fuerte y cálida lluvia baña mi cuerpo. La sensación de láminas de agua recorriéndome  las piernas ágiles y calientes, como buscando fundirse con el entorno, hacerse uno con la naturaleza que se manifiesta plena.
Y cuando ocurre rodeado de verde, cuando las gotas golpean con fuerza el piso, inundado el aire de olor a tierra mojada, a pasto húmedo, siento que mi pecho se expande para dar lugar a tantas sensaciones.

Hoy viví todo eso y tanto más que no encuentro palabras, queda en mi grabado, no sólo como imágenes sino como sinfonía de estímulos que escucha mi cuerpo. Hoy corrí libre, disfrutando, vuelta tras vuelta en el frondoso parque de Lobos, recibiendo la tierra blanda bajo mis pies. Hoy experimenté esa extraña sensación de soledad y a la vez de no sentirme sólo que únicamente vivo con mi inseparable compañero de entrenamientos; diluviaba, el parque estaba deshabitado, no iba sólo, éramos dos a la par, pero sentía que tenía la naturaleza vibrando sólo para mí. Hoy no hay fotos para mostrar, un fotógrafo no puede capturar ese momento simplemente porque su presencia rompería el vacío. Hoy no les voy a contar ni de tiempos, ni de ritmos, hay muchas cosas que no entran en un reloj. Hoy no corrí un fondo, hoy sentí la vida correr dentro de mí. 

lunes, 7 de octubre de 2013

Entrenamiento a distancia ¿Sirve o no?

En estos tiempos del running team y del personal trainner: ¿Podemos correr planificadamente en soledad? ¿O al menos se pude hacer un entrenamiento serio sin tener al profesor al lado? ¿Para qué tipo de runner sirve?
No siempre nuestros horarios coinciden con los running teams cercanos o bien no podemos costearnos un entrenador que se amolde a nosotros. ¿Qué pasa entonces con quienes quieren entrenar “algo” más que un trote sin caer en los planes genéricos copiados de internet?
Ahí es donde se recurre a los entrenadores a distancia, algo que era muy común hace varios años: que nuestro entrenador nos dé el plan de entrenamiento (ya sea semanal, quincenal, mensual, etc.) y nosotros lo cumplamos con nuestros tiempos y nuestras ubicaciones. Hoy los tiempos han cambiado y lo que antes era un papel en mano pasó a ser un mail, pero la teoría es la misma; somos nosotros y una lista de días, tiempos y distancias.
La gran pregunta es ¿Qué tipo de runner soy? ¿Necesitamos alguien que nos empuje o alguien que nos oriente? Si precisamos de un grupo de entrenamiento o de un profesor que sea nuestra motivación para correr, es claro que a distancia se pierde mucho ese efecto. En estos casos la motivación la tenemos que buscar en otros lados; con compañeros de entrenamiento, saliendo a lugares que inviten a correr, o simplemente disfrutando el correr en soledad, dialogando paso a paso con nuestro cuerpo.
Al ser una actividad muy mensurable, y más aún hoy con la gran oferta en reloj con pulsometros y gps que ofrece el mercado, se hace muy sencillo para un profesional seguir detalladamente la evolución del alumno y conducir su mejora. Por lo que en la práctica es posible entrenar sin ver al profesor.
Con un par de amigos en la pista de Lobos
Pero cada corredor es un mundo, por lo cual la mejor respuesta muchas veces es probar en carne propia y ver si nos sirve. Mi experiencia es clara, sencillamente no conozco otra forma de entrenarme que no sea a distancia. Me permite organizar mis tiempos con los entrenamientos y, lo que para mí es muy importante, coordinar mis sesiones con amigos. No disfruto mucho de correr solo, y haciendo entre nueve y diez entrenamientos por semana es difícil encontrar un grupo fijo con el cual ir a la par. Justo hoy fue un día típico, a la mañana entrené con un amigo y a la tarde con otro, fueron salidas de baja intensidad lo que permitió pasarnos de charla todo el rato. Fueron lo que denomino entrenamientos “sin costo mental” ya que la cabeza ni se enteró que corrí, mientras estaba en la charla el cuerpo por su parte disfrutaba tranquilo de correr.

¿Ya han probado entrenarse a distancia? ¿Les ha funcionado? Espero sus experiencias y nos encontramos en el próximo post.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Asics Gel-Lyte 33 a prueba en los 10.000 m del CeNARD

Les llegó la prueba de fuego, me calcé las Lyte-33 para correr los 10.000 m de la Copa Nacional de Clubes. Y no decepcionaron, la marca japonesa demostró una vez más porque es líder en zapatillas para running. 

Ideales para una pisada neutra
En pleno uso
Asics presenta con las Gel-Lyte 33 unas zapatillas ideales para empezar a sentir el pie y buscar una técnica mejor. Creo que son ideales como primer calzado para quienes quieren probar fuera de las clásicas zapatillas de fondo, (ejemplo Asics Nimbus)  de fuerte estructura, gran amortiguación y un drop (diferencia de altura entre el talón y la planta del pie) superior a los 10mm. Con las Lyte se podrá iniciar un cambio controlado; baja el drop a 6mm, aliviana el peso de la zapatilla (244g en talle 9 de hombre) entre un 25 y un 30% con respecto a una típica zapatilla de entrenamientos largos, cuenta con una gran flexibilidad a lo largo de toda su suela con lo que permite “sentir” más el suelo y a su vez darle más libertad a nuestros pies, todo esto sin ser un calzado puramente minimalista que deje el pie a su buena suerte, ya que brinda una amortiguación importante.

Un antepie flexible
¿Para qué las recomiendo? (y para que las uso yo); fondos que no superen la hora (evitando llegar a fatigar el pie de “tanto” sentir el piso), pasadas (trabajo de intervalos), muy especialmente en trabajos técnicos que busquen mejorar nuestro gesto de carrera ya que aportan una gran sensibilidad con la protección que se necesita para entrenar, y para competencias donde se busque proteger el pie, sin duda hasta los 10k y, dependiendo de qué tan buena sea la técnica de carrera y que tan liviano su peso,  para 21 y hasta 42k.

No las recomiendo para; trotes largos o por terrenos muy irregulares, tipo cross, personas de más de 90 kilos (yo peso 67 kg), para personas con muy poco o sin arco plantar ya que no le dará la contención necesaria al pie.

Si se quiere aumentar la propiocepción en la pisada y alivianar peso con una zapatilla de alta calidad, sin duda las Asics GEL-Lyte 33 son una muy buena elección. 

Listas para salir a buscar velocidad
Si querés conseguirlas te recomendamos visitar la tienda especializada en running PegasoPatagonia. Para ver todos los modelos de las Zapatillas Asics click aquí


jueves, 26 de septiembre de 2013

Disfrutar corriendo

Copa Nacional de Clubes en el CeNARD, mi primer 10.000 de la temporada.

Disfrutando el camino el destino no me decepciona. Este 28 de Septiembre a las 9 de la mañana voy a competir en los 10.000m de la Copa Nacional de Clubes. Es el primer destino de un camino de preparación, que inicié hace casi 18 semanas, con el objetivo de bajar la marca que había establecido a principio de Mayo. 



Misma competencia un año atrás
Habrá una segunda y última oportunidad por este año el 26 de Octubre, y sin duda que parece mucho tiempo para solo dos carreras de poco más de media hora, pero la excusa de mejorar mi registro me llevó a transitar por un sinnúmero de entrenamientos, vivencias, emociones, alegrías. Van a ser antes de largar 167 sesiones de entrenamiento y no me engaño al recordar que en su gran mayoría las disfruté plenamente, con amigos, en contacto con la naturaleza, viviendo mi cuerpo y explorando mi mente.
Copa Nacional de Clubes 2012
Con frecuencia se me acercan amigos que están iniciándose en el running a consultarme sobre formas de entrenamiento, lamentablemente no puedo ayudarlos mucho, estoy convencido de que cualquier persona que se ejercite con regularidad al menos tres veces por semana encontrará muchos beneficios en la guía de un entrenador, yo en cambio creo que puedo guiarlos en algo que hago constantemente desde el primer día que empecé a trotar; buscar continuamente la felicidad en cada zancada. Para mi ese es el fin último, el gran objetivo al ponerme las zapatillas unas nueve veces por semana. Ser feliz. Ya sea haciendo 45 minutos tranquilos, o un fondo largo movido o pasadas al límite, buscar siempre disfrutar, ya sea por la compañía, el entorno, el tipo de entrenamiento. No comparto la idea de que hay que sufrir para mejorar. Creo que los grandes maestros en este deporte son los niños, presten atención en lo común que es verlos correr con una sonrisa, no en un entrenamiento ni en una carrera, sino simplemente corriendo, me refiero a chicos de 4, 6, 8 años. Corriendo solo por el placer de hacerlo, ya sea para alcanzar a un compañero, para que no lo alcancen, no importa la excusa, solo correr. Correr con una sonrisa. Esa es la esencia.

Es verdad que a veces en los metros finales me vuelvo tacaño y ahorro la energía de generar una sonrisa para enviar esa fuerza a las piernas, pero sin duda una vez que cruzo la meta, cuando las piernas se detienen en mi cara explota la sonrisa que ya no puedo contener, correr me hace feliz.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

La primera vez es diferente, Entrenamiento en pista en Brasil

Esto vivía allá por finales de Julio cuando recién estaba saliendo de la pretemporada:

“Se pretende que sean todas iguales, mismo largo en las rectas, mismo radio en las curvas, sin pendientes, con superficies similares. Pero por más que se lo intente, no se consigue. A los que nos gustan las pistas de atletismo las vemos a todas distintas, cada una con sus defectos y virtudes.
Hoy pise por primera vez la pista de la Universidad Federal Fluminense, emplazada a escasos metros de la Bahía de Guanabara, entré en calor viendo el atardecer sobre el mar, el puente que une Río y Niterói,  como por un tajo lo cruzaba de punta a punta. Lentamente las sombras fueron ganando la escena y las luces artificiales se empezaban a notar cuando comencé las pasadas. Fue mi primer entrenamiento fuerte desde hace más de dos meses.

A principio de Mayo corrí el Campeonato Metropolitano de Pista en el CeNARD, luego vinieron dos semanas de vacaciones y a continuación inicie la pretemporada de cara al segundo semestre, lentamente semanas de mucho volumen y mediana intensidad se fueron sumando. Pero ya llegó el momento de empezar a probar los motores y hacerlo en una pista distinta fue un plus.

La superficie de carbonilla no era lenta y su senda sin irregularidades se dejaba surcar con la tranquilidad de no encontrar ni el más mínimo desnivel. Extrañamente no tenía las clásicas marcas cada cien metros, me encontré en cambio a mitad de cada recta con una línea que partía en dos al ovalo. Lo suficiente como para hacer los intervalos de mil metros que tenía planeado. Al recorrer la recta principal la vista se perdía en el agua y las barcas que la navegan uniendo ambas ciudades, ya al tomar la primer curva me recibía el puente rebalsando de luces de autos que ya querían llegar a sus casa, la recta opuesta era la más solitaria y oscura, en ella la gran compañía era el viento en el pecho que se hacía sentir y en la curva final asomaba el playón techado donde el futbol dominaba, ajeno por completo al sudor que quedaba en el andarivel uno.
Con mi entrenador, Ezequiel Morales, y un amigo de la pista, Laurencio


En general lo nuevo motiva, esta vez no fue la excepción, si bien cuesta un poco volver a moverme al límite después de tantas semanas, hacerlo en una pista brasilera le sumó un incentivo, tan distinta y tan lejana pero a la vez tan igual a mí querida pista de Lobos.”

jueves, 5 de septiembre de 2013

Corré los 21k de Buenos Aires 2013 con la mejor arma que tenés...

Los 21K de Buenos Aires. Es tiempo de media...

Se acerca la media maratón más importante del país, y según marca la lista de inscriptos de este año, la más importante de Sudamérica en cuanto a participantes. Y aparecen por todas partes recomendaciones para los días previos. Como alimentarse, como entrenar, como descansar, como vestirse. Creo que eso es una clara muestra de cómo se enfoca el running en general, tanto a la hora de competir como de entrenar.

Nadie discutirá que se corre tanto con el físico como con la mente (también llamada; corazón, pasión, garra, etc. etc.), no tiene sentido discutir en qué medida influye cuerpo y mente a la hora de un resultado, cual es más importante de las dos, pero sin duda ambas son parte de un equipo que es el atleta.

Como señalaba, en la búsqueda de superarse creo que se apunta de lleno al cuerpo (entrenamiento físico, alimentación, hidratación, vestimenta, descanso) y se deja de lado un poco la mente. Mientras que por otro lado escuchamos cientos de veces “anda bien porque tiene una cabeza muy fuerte”, “para superarse hay que poner todo“, “la primer mitad se corre con la cabeza y la segunda con el corazón”. Todas frases que señalan la importancia mental en un rendimiento, pero se da a entender que con eso se nace o bien es solo una cuestión de actitud del momento. Sin duda que no es así, se nace de la misma manera que se nace con condiciones físicas para correr, pero así también se puede entrenar la fortaleza mental de la misma forma que se estimula el cuerpo, y no solo en las competencias, tratando de enfocarse el día de la prueba en dar todo, sino también en los entrenamientos, mejorando nuestra mente y preparándola para el día de la carrera.

Dejaré para otro post aspectos mentales en los entrenamientos y nos centraremos en la preparación psicológica para la carrera. Al igual que la preparación física no tiene nada de mágico y va muy ligada al sentido común, pudiendo trazarse un paralelismo entre ambas.

El día antes de largar: Así como no es recomendable probar nada nuevo en las carreras, debemos aferrarnos a las rutinas mentales previas que nos han dado resultado en otros momentos, necesitamos llegar con el grado justo de estimulación a la largada; muy excitados y nerviosos no harán consumirnos rápidamente, demasiados relajados y desenfocados no entregaremos nuestro máximo potencial. Aprovechemos el día previo, que generalmente es de descanso o trote suave, para predisponernos mentalmente a la prueba, evaluemos nuestra táctica de carrera, pensemos un plan de motivación para desarrollar a lo largo de los kilómetros, regulando la dosis justa en cada momento, enfoquemos nuestra mente en cada tramo del recorrido y anticipemos contra que deberemos luchar dentro de nuestra cabeza. No solo es importante irnos a dormir temprano, sino que nuestra mente también se relaje. De nada sirve acostarse a las diez y quedares pensando en la carrera hasta la una. Busquemos alternativas para ir a la cama con la paz necesaria para descansar por completo, podemos ayudarnos con relajación, meditación, elongación, yoga, música o lo que sienta que creará un clima de armonía dentro suyo.

En el lugar de largada: Dele a su mente el tiempo que necesite para largar a gusto, si prefiere llegué temprano para hacer todo con mucho tiempo o si se siente más cómodo llegue justo para no ponerse nervioso con la espera, pero no dude de que así como entra en calor su cuerpo para largar, debe enfocar su mente para estar metido en carrera desde el primer paso.

Ya en carrera: Distribuya su energía mental a lo largo de todo el recorrido, no queme todos los cartuchos de entrada ni guarde solo para el kilómetro final. Enfóquese en cuestiones más técnicas al principio y a medida que avanza recurra a sentimientos y motivaciones más profundas, principalmente por el tercio medio de la prueba que suele ser donde baja el rendimiento. Hay muchísimas formas de motivación, hoy les quiero compartir esta: La visión del mejor amigo. Cuando los pensamientos negativos se apoderen de usted, cuando el ritmo se caiga o los músculos duelan y frases como “ya no va a salir el tiempo”, “para que sufrir tanto”, “la carrera está perdida, mejor aflojo”, piense en que le diría a su mejor amigo en ese momento, sin duda no sería lo que está pensando, lo alentaría y buscaría el lado positivo a la situación. Haga lo mismo con usted, sin duda usted tienen que ser su mejor y mayor fan, ya que puede ir alentándose paso a paso toda la carrera. Un último consejo, una vez que llegue al kilometro 21, cuando menos de cien metros lo separan del arco de llegada, al menos que lo estén esperando con la cinta para cortar y vaya camino a ganar un puesto en podio, relájese y goce. La carrera ya está hecha, ese último tramo dura menos de un minuto y solo usted sabe cuánto costó, exprima al máximo cada segundo y disfrute a pleno en cada pisada.

Al final de día: No desaproveche la oportunidad de analizar cómo se comportó su mente, no solo sobre el final de la carrera, sino desde los días previos. Repase aciertos y errores y trate de mejorar para la próxima.

Solo nuestro físico tiene límites, nuestra mente no los conoce, llega hasta donde la queramos llevar.


miércoles, 4 de septiembre de 2013

Los 5000 metros en el Cenard, ¿Cómo me fue?...



Corriendo a su encuentro.            
Primer torneo de Atletismo en el CeNARD de la temporada.

El invierno fue eterno, tantos meses separados me hicieron incluso llegar a pensar que se había olvidado de mi a pesar de que siempre la tuve presente, de que giré y giré pensando en ella, quería que viera que había cambiado, que era mejor que antes. Hoy me despertó un día radiante, pero yo lo estaba aún mas, por fin la volvería a ver. Viajé con una sonrisa, me sentía liviano, despreocupado, feliz; y allí estaba, esperándome puntual, lista, tan linda y naranja como siempre, solo me faltaba la rutina previa y por fin volver a pisar la hermosa pista principal del CeNARD.

Largando en la primera serie estábamos los, a priori, 15 atletas más rápidos del casi centenar que se habían anotado para la prueba. Mayoría de caras conocidas, sabiendo más o menos que podíamos esperar uno del otro. La teoría estaba muy clara, buscar 1’14” por vuelta, o sea 3’05” por kilometro, pero cuando la pistola dispara y hay que pasar a la práctica, pareciera que el tiro acertara al medio de la teoría y esta malherida, perdiera fuerzas y dejara de ser tan sencilla. 

Formamos un nutrido pelotón de siete corredores que íbamos al ritmo que yo esperaba, por delante solo dos atletas se despegaban muy rápidos de nosotros; el planteo estaba claro, en la práctica ese era el pelotón en el cual debía correr. 

Luego del segundo kilometro empezaron a desertar algunos a pesar de que poco a poco, en forma muy gradual el ritmo descendía. Yo me sentía cómodo y solo me mantenía atento a no quedar detrás de alguien que se desprendiera del pelotón. 

Para el tercer kilometro ya éramos cinco y cruzamos el cuarto solo cuatro, seguía desde atrás buscando economizar fuerzas. A esta altura un corredor de la punta había ya dejado todo en la pista y lo pasamos rápidamente, solo Luis Molina lideraba lejos de nuestro núcleo o sea que entre nosotros cuatro nos repartiríamos los dos lugares restantes del podio. 

Solo faltaban dos vueltas y me sentía muy bien, daba la sensación de que hacía tanto tiempo que veníamos corriendo juntos que nadie quería separarse y cruzaríamos todos de la mano la llegada. Obviamente no fue así y Miguel Guerra fue el primero en descubrir las cartas, a 450 metros del final salió a mostrar cuanto le sobraba y comenzó a abrir una brecha con nosotros, aguardé a ver la actuación de los otros dos (ahora lo veo como un error, tendría que haber seguido a Guerra) y fui armando mi posición para atacar después de la curva, faltando 300 metros

Me lanzo y no veo respuesta de mis oponentes, ya mis ojos están puestos en el segundo que me llevaba no más de 40 metros, me siento fuerte y suelto, la brecha decrece velozmente, entramos a la recta principal y solo pienso en correr fluido, remato los últimos 200m debajo de 30 segundos pero no alcanza, pierdo la segunda colocación por medio segundo, cruzo la linea tercero con un tiempo de 15’33” en mi primer carrera de la temporada

Estoy satisfecho, considero que empecé con el pie derecho.
 Los últimos días antes de largar volvió a visitarme mi amiga fascitis plantar, no me imposibilitó entrenar con normalidad pero sentía su presencia, por lo que decidí calzarme las Asics GEL-Nimbus 13 que si bien son unas zapatillas de running ideales para fondos largos protegerían mis plantas del stress de la carrera, quedará para la próxima probar con un calzado más veloz.

Ahora a sumergirse en cuatro semanas de entrenamiento, el 28 de Octubre a las 9:00hs volveré a Miguel B. Sanchez 1050, ella me estará esperando para brindarme la primer prueba de la Copa Nacional de Clubes, abriremos juntos un fin de semana pleno de atletismo con los 10.000m. 

Los espero en el próximo post para prepararnos juntos de la mejor manera para los 21k Buenos Aires 2013 Adidas y seguir disfrutando juntos del mundo del running.

 Ezequiel Brahin