Los 21K de Buenos Aires. Es tiempo de media...
Se acerca la media maratón más importante
del país, y según marca la lista de inscriptos de este año, la más importante
de Sudamérica en cuanto a participantes. Y aparecen por todas partes
recomendaciones para los días previos. Como alimentarse, como entrenar, como
descansar, como vestirse. Creo que eso es una clara muestra de cómo se enfoca
el running en general, tanto a la hora de competir como de entrenar.
Nadie discutirá que se corre tanto con el
físico como con la mente (también llamada; corazón, pasión, garra, etc. etc.),
no tiene sentido discutir en qué medida influye cuerpo y mente a la hora de un
resultado, cual es más importante de las dos, pero sin duda ambas son parte de
un equipo que es el atleta.
Como señalaba, en la búsqueda de superarse
creo que se apunta de lleno al cuerpo (entrenamiento físico, alimentación,
hidratación, vestimenta, descanso) y se deja de lado un poco la mente. Mientras
que por otro lado escuchamos cientos de veces “anda bien porque tiene una
cabeza muy fuerte”, “para superarse hay que poner todo“, “la primer mitad se
corre con la cabeza y la segunda con el corazón”. Todas frases que señalan la
importancia mental en un rendimiento, pero se da a entender que con eso se nace
o bien es solo una cuestión de actitud del momento. Sin duda que no es así, se
nace de la misma manera que se nace con condiciones físicas para correr, pero
así también se puede entrenar la fortaleza mental de la misma forma que se
estimula el cuerpo, y no solo en las competencias, tratando de enfocarse el día
de la prueba en dar todo, sino también en los entrenamientos, mejorando nuestra
mente y preparándola para el día de la carrera.
Dejaré para otro post aspectos mentales en
los entrenamientos y nos centraremos en la preparación psicológica para la
carrera. Al igual que la preparación física no tiene nada de mágico y va muy
ligada al sentido común, pudiendo trazarse un paralelismo entre ambas.
El día antes de largar: Así como no es
recomendable probar nada nuevo en las carreras, debemos aferrarnos a las
rutinas mentales previas que nos han dado resultado en otros momentos,
necesitamos llegar con el grado justo de estimulación a la largada; muy
excitados y nerviosos no harán consumirnos rápidamente, demasiados relajados y
desenfocados no entregaremos nuestro máximo potencial. Aprovechemos el día
previo, que generalmente es de descanso o trote suave, para predisponernos
mentalmente a la prueba, evaluemos nuestra táctica de carrera, pensemos un plan
de motivación para desarrollar a lo largo de los kilómetros, regulando la dosis
justa en cada momento, enfoquemos nuestra mente en cada tramo del recorrido y
anticipemos contra que deberemos luchar dentro de nuestra cabeza. No solo es
importante irnos a dormir temprano, sino que nuestra mente también se relaje.
De nada sirve acostarse a las diez y quedares pensando en la carrera hasta la
una. Busquemos alternativas para ir a la cama con la paz necesaria para
descansar por completo, podemos ayudarnos con relajación, meditación,
elongación, yoga, música o lo que sienta que creará un clima de armonía dentro
suyo.
En el lugar de largada: Dele a su mente el
tiempo que necesite para largar a gusto, si prefiere llegué temprano para hacer
todo con mucho tiempo o si se siente más cómodo llegue justo para no ponerse
nervioso con la espera, pero no dude de que así como entra en calor su cuerpo
para largar, debe enfocar su mente para estar metido en carrera desde el primer
paso.
Ya en carrera: Distribuya su energía mental
a lo largo de todo el recorrido, no queme todos los cartuchos de entrada ni
guarde solo para el kilómetro final. Enfóquese en cuestiones más técnicas al
principio y a medida que avanza recurra a sentimientos y motivaciones más
profundas, principalmente por el tercio medio de la prueba que suele ser donde
baja el rendimiento. Hay muchísimas formas de motivación, hoy les quiero
compartir esta: La visión del mejor amigo. Cuando los pensamientos negativos se
apoderen de usted, cuando el ritmo se caiga o los músculos duelan y frases como
“ya no va a salir el tiempo”, “para que sufrir tanto”, “la carrera está
perdida, mejor aflojo”, piense en que le diría a su mejor amigo en ese momento,
sin duda no sería lo que está pensando, lo alentaría y buscaría el lado
positivo a la situación. Haga lo mismo con usted, sin duda usted tienen que ser
su mejor y mayor fan, ya que puede ir alentándose paso a paso toda la carrera.
Un último consejo, una vez que llegue al kilometro 21, cuando menos de cien
metros lo separan del arco de llegada, al menos que lo estén esperando con la
cinta para cortar y vaya camino a ganar un puesto en podio, relájese y goce. La
carrera ya está hecha, ese último tramo dura menos de un minuto y solo usted
sabe cuánto costó, exprima al máximo cada segundo y disfrute a pleno en cada
pisada.
Al final de día: No desaproveche la
oportunidad de analizar cómo se comportó su mente, no solo sobre el final de la
carrera, sino desde los días previos. Repase aciertos y errores y trate de
mejorar para la próxima.
Solo nuestro físico tiene límites, nuestra
mente no los conoce, llega hasta donde la queramos llevar.