Copa Nacional de Clubes en el CeNARD, mi primer 10.000 de la temporada.
Disfrutando el camino el destino no me decepciona. Este 28 de Septiembre a las 9 de la mañana voy a competir en los 10.000m de la Copa
Nacional de Clubes. Es el primer destino de un camino de preparación, que
inicié hace casi 18 semanas, con el objetivo de bajar la marca que había
establecido a principio de Mayo.
Misma competencia un año atrás |
Habrá una segunda y última oportunidad por
este año el 26 de Octubre, y sin duda que parece mucho tiempo para solo dos
carreras de poco más de media hora, pero la excusa de mejorar mi registro me
llevó a transitar por un sinnúmero de entrenamientos, vivencias, emociones,
alegrías. Van a ser antes de largar 167 sesiones de entrenamiento y no me
engaño al recordar que en su gran mayoría las disfruté plenamente, con amigos,
en contacto con la naturaleza, viviendo mi cuerpo y explorando mi mente.
Copa Nacional de Clubes 2012 |
Con frecuencia se me acercan amigos que están iniciándose en
el running a consultarme sobre formas de entrenamiento, lamentablemente no
puedo ayudarlos mucho, estoy convencido de que cualquier persona que se
ejercite con regularidad al menos tres veces por semana encontrará muchos
beneficios en la guía de un entrenador, yo en cambio creo que puedo guiarlos en
algo que hago constantemente desde el primer día que empecé a trotar; buscar
continuamente la felicidad en cada zancada. Para mi ese es el fin último, el
gran objetivo al ponerme las zapatillas unas nueve veces por semana. Ser feliz.
Ya sea haciendo 45 minutos tranquilos, o un fondo largo movido o pasadas al
límite, buscar siempre disfrutar, ya sea por la compañía, el entorno, el tipo
de entrenamiento. No comparto la idea de que hay que sufrir para mejorar. Creo que
los grandes maestros en este deporte son los niños, presten atención en lo
común que es verlos correr con una sonrisa, no en un entrenamiento ni en una
carrera, sino simplemente corriendo, me refiero a chicos de 4, 6, 8 años.
Corriendo solo por el placer de hacerlo, ya sea para alcanzar a un compañero,
para que no lo alcancen, no importa la excusa, solo correr. Correr con una
sonrisa. Esa es la esencia.
Es verdad que a veces en los metros finales me vuelvo tacaño
y ahorro la energía de generar una sonrisa para enviar esa fuerza a las
piernas, pero sin duda una vez que cruzo la meta, cuando las piernas se
detienen en mi cara explota la sonrisa que ya no puedo contener, correr me hace feliz.
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