jueves, 24 de julio de 2014

Crónicas cariocas I

Hace poco contaba como me llevó seis meses correr 3.000 kilómetros, hoy los hice en tres horas. La ciudad maravillosa, aún vibrando después del mundial de fútbol me recibió con un mediodía de 23° y me le reí de janeiro a la ola polar. Nuevamente por las calles de Río, disfrutando de esa ciudad que vive donde no hay lugar para una ciudad, donde los morros, las playas y la exuberante vegetación son las dueñas del terreno. Varios planetas se alinean para que los últimos inviernos me dé una vuelta por estás regiones; primero mi odio al frío, segundo visitar a mi entrenador y amigo, Ezequiel Morales, a su esposa y amiga, Soledad Omar, a su hijo y mi ahijado, Philipe Morales, sin olvidar a su mascota Román, juntos logran algo muy poco común, que me sienta como en casa, tercero sumar una buenas semanas de calidad a la pretemporada y cuarto competir en la carrera de 6k que es parte de la maratón internacional de Río de Janeiro, unos 42k que recorren toda la costa carioca, a la cual no solo se suma mi competencia sino también una media maratón. En total el evento reúne a más de 20.000 atletas en una fiesta que este domingo desbordará las calles de Botafogo.
MAC
Desde lo deportivo hoy solo fue una hora de trote paseando por la costa de Icaraí, la hermosa playa que se corona con el MAC, museo de arte contemporáneo, emblema de Niteroi diseñado por el célebre Oscar Niemeyer. Acompañado por Ezequiel, zigzagueamos entre la gente que salía a disfrutar de la playa antes de la cena, con la brisa marina sobre mi piel, sintiendo en el pecho el aliento del mar. La arena se erizaba de partidos de voley, fútbol, corridas, paleta, caminatas, y cualquier forma en la cual se pueda disfrutar del cuerpo y la arena. Ya desde la base del MAC la vista de la playa iluminada abrazando a las olas es impactante, toda la ciudad parece relajarse  en la calidad noche, contemplando la profunda oscuridad del océano; la imponente presencia de la naturaleza aún en plena urbe nos hace sentir diminutos y plenamente vivos.
Con Eze Morales en Cachi
La idea es estar por dos semanas, aunque ya me parece poco, y sumar kilómetros y vivencias. Así también contar en este blog el día a día como hice en el verano de Cachi, donde nacieron catorce crónicas a más de dos mil metros de altura. Seguramente habrá puntos en común y diferencias que la escritura se encargará de descubrir.

Sin dudas el entorno es estupendo para entrenar; infinidad de kilómetros bordeando el mar, desniveles de todas las pendientes posibles para trabajar la fuerza, una pista de atletismo sobre la bahía a la que volveré este miércoles, compañeros de entrenamiento y un paisaje que distrae cualquier mente cansada. Solo queda mover las piernas y disfrutar los pasos. 

4 comentarios:

  1. Muy buena crónica Ezequiel Brahim!
    Gracias por compartirla y que disfrutes Rio de Janeiro.

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  2. Excelente relato, Muchos Éxitos!!!!

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  3. Muchas gracias Horacio, por lo pronto ya estoy disfrutando mucho del clima... jaja

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  4. Me alegro de que te haya gustado Beatriz, muchas gracias!

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