Así lo disfruté:
A mitad de subida a la cima de la Piedra del Elefante |
Ya en la cumbre de la Piedra del Elefante detrás de mí Itacoatiara, más atrás Camboinhas y al final de todo Río |
Del otro lado del morro se ve Itaguacu esa playa no pertenece a Niterói sino a Maricá |
Con mi tocayo compruebo que me falta bronceado y no soy tan osado con la sunga |
El ancho mundo |
En un árbol cualquiera, habría unos diez de esos monitos |
¿Se nota la pendiente? |
Hasta de lo que más se disfruta es sabio descansar, hoy descansé de correr, y de escribir. Mañana volvemos a los placeres cotidianos.
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